sábado, julio 23, 2011

Señoras, señores... !Tardes intensas!

Noto una extraña sensación en mi interior en la que una ínfima parte de mí está de acuerdo con dicho sentimiento. Y es que me apetece decir muchas cosas pero no me sale ni una palabra, ya que me retumban en silencio los párrafos si pienso en ella. Y aunque su propio nombre no sea más que una palabra, me enfado si le nombran los idiotas que intentan hacerle penumbra, porque no hay mayor error que intentar hacerse pasar por ella.

A pesar de que digan que el tiempo vivido es tiempo perdido, debo hacer hincapié en que el ser humano posee la capacidad de albergar en sí mismos los momentos más idóneos y expresivos para comprobar, que tal tiempo perdido es mucho más que eso, puesto que los grandes momentos de felicidad, deseo, pasión, diversión, no podrán desaparecer jamás tras es desvanecimiento del tiempo.

He de reconocer que sigo sintiendo debilidad cuando me acerco a ella, ya que desprende emociones y sentimientos de los que nunca me he atrevido a concebir. Soy cobarde y siempre echo a correr sin que nadie se entere. Hay momentos en los que parezco invisible y podría gritar que le daría cien mil besos. Supongo que mientras me quede aire por respirar seguiré diciendo esto, porque es lo que ahora siento.

Por otra parte me hago la siguiente pregunta: ¿Qué se le pasa por la cabeza? Tener esta duda durante tanto tiempo te hace madurar, reaccionar, reflexionar y cambiar tu forma de ser. Definitivamente, el asiento de mi coche estará muy solo sin ti, y… al decirte todo esto parezco gilipollas.



2 comentarios:

  1. Sabes que siempre seré tu copilota! jaja :)
    Han merecido la pena esas dos horas, está claro que sirvo de inspiración.. (H)!
    ~Celia.

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